Estándares para la rendición de cuentas

Nos esforzamos por rendir cuentas a las comunidades, organizaciones, miembros, socios/as/xs y grupos que se ven afectados por nuestro trabajo y que inciden en nuestro trabajo. Esto incluye la rendición de cuentas entre la misma gente de todas las redes de La Alianza MenEngage. Nos comprometemos a rendir cuentas a todas las partes interesadas y aceptamos la responsabilidad plena frente a ellos/as/xs por nuestras decisiones y acciones, o la falta de las mismas.

Los siguientes estándares guían nuestras prácticas de rendición de cuentas a niveles personales, organizacionales y de las redes. Algunas tienen que ver con los miembros de la Alianza MenEngage como personas individuales; unas se enfocan en el liderazgo de la Alianza MenEngage en varios niveles, mientras otras de estas líneas guías incumben a las organizaciones y redes integrantes de la alianza.

El objetivo de estos estándares es crear expectativas y límites, promover buenas prácticas y una cultura de rendición de cuentas, fomentar mejores relaciones, prevenir y gestionar los errores, ofensas y delitos. La intención es que estos estándares se conjuguen con los Principios Centrales, el Código de Conducta, la Política sobre el Acoso Sexual, y la Política de Protección de la Niñez y la Adolescencia de la Alianza MenEngage, ya que cada uno de estos instrumentos se complementa con los otros.

Se recomienda que las redes regionales y de país de MenEngage adapten y contextualicen estos estándares.

Los Estándares para la rendición de cuentas también están disponibles en los siguientes idiomas:

Estándares generales

Trabajar como aliados de las organizaciones, redes y movimientos feministas de los derechos de las mujeres, los derechos LGBTIQ y los/las/lxs activistas juveniles. Involucrarnos en diálogos abiertos y significativos con estas personas y organizaciones. Buscar y responder a su retroalimentación, aceptando su incidencia en nuestro trabajo. Respetar su liderazgo y agencia, sus voces y espacios. Apoyar su visión, sus agendas, campañas políticas y acciones.

Escuchar, consultar y construir relaciones de socios significativas con las organizaciones feministas por los derechos de las mujeres, las organizaciones LGBTIQ, juveniles, infantiles, anti-racistas, por la justicia climática y las diversas organizaciones por la justicia social. Pensar en las maneras múltiples en que esto se puede llevar a cabo, tales como: la creación de grupos de asesores, las representaciones de estos movimientos en las juntas directivas y los comités ejecutivos, los roles de consultores/as/xs, y la apertura de diálogos para la rendición de cuentas, etc.

Las experiencias y voces de las mujeres, niñas y personas no conformistas de género -especialmente las personas más marginadas debido a sus diversas identidades de género, sexualidad, raciales, étnicas, económicas, y más- deben ser centrales en nuestro trabajo.

Reconocer la diversidad dentro de los movimientos feministas y discernir cuidadosamente cuando se apoya las posiciones de algunas de las actoras feministas que podrían entrar en conflicto con otros puntos de vista feministas. Evitar tomar partido por ciertos grupos, de esta manera separando o diferenciando a “cuáles grupos” debemos rendir cuentas. Apoyar los principios comunes de los movimientos feministas en toda su diversidad.

Escuchar y aprender sobre las identidades diversas de los hombres y niños, sus experiencias, necesidades y aspiraciones. Entender sus relaciones complejas con el poder, el privilegio y el daño. Abordar el poder, el privilegio, y las responsabilidades de los hombres en el trabajo con los hombres y niños.

Comprometerse con el trabajo interno personal. Basar el activismo social en la autoconsciencia, el autocuidado y la sanación. Comprometerse a reflexionar sobre el privilegio y el poder, tanto en las esferas personales como públicas. Nutrir los espacios colectivos de cuidados mutuos, sanación, transformación, autorreflexión crítica y bienestar.

Hacer que nuestro trabajo sea accesible al público y abierto a las críticas. Tomar acciones para abordar las prácticas personales o institucionales que contradicen nuestros principios. Reconocer el daño causado y hacer reparaciones.

Fomentar una cultura de rendición de cuentas dentro de nuestras redes y organizaciones, donde se comparten la información y el poder. Demostrar el compromiso hacia los/as/xs colegas. Ser un buen miembro de equipo que responde y asume responsabilidades ante las otras personas. Mantener una actitud de rendición mutua de cuentas.

La rendición de cuentas a niveles organizacionales, nacionales y de las redes regionales

Apoyar a las organizaciones miembros y las redes de MenEngage para que adapten y contextualicen los Principios Centrales, el Código de Conducta, los Estándares de Rención de Cuentas y la Política contra el Acoso Sexual de la Alianza. Asegurarse que estos instrumentos responden al contexto y que sean apropiados por el colectivo.

Promover la reflexión crítica sobre el trabajo con los hombres y niños, identificando las áreas para mejorar y estrategias para sostener la rendición de cuentas.

Fortalecer las capacidades sobre los principios interseccionales del feminismo y mecanismos para la rendición de cuentas. Organizar talleres y otras oportunidades de aprendizaje.

Promover la participación significativa y el liderazgo de feministas y organizaciones por los derechos de las mujeres, líderes juveniles, antirracistas, LGBTQIA+, y de otros movimientos por la justicia social dentro de las estructuras de gobernanza y toma de decisiones de las organizaciones integrantes de la alianza, las redes de país y regionales. Buscar la paridad de género en posiciones de liderazgo.

Auspiciar diálogos para la rendición de cuentas con actores clave (organizaciones de mujeres, de los derechos LGBTQIA+, movimientos indígenas y antirracistas, grupos juveniles e infantiles y cualquier otro grupo marginalizado).

Rendición de cuentas al responder a inquietudes y quejas

Nutrir una cultura organizacional y de redes que habilita a las personas y organizaciones para encarar inquietudes y quejas.

Diseminar múltiples canales a través de los cuales cualquier persona pueda registrar una queja o proveer una retroalimentación crítica sobre el trabajo de la Alianza y sus miembros. Incluir un mecanismo anónimo de quejas. Usar y promover la página para reportar de MenEngage Global para buscar y recolectar la retroalimentación.

Actuar de manera oportuna. Abordar todas las quejas y preguntas. Registrar y reconocer la recepción de las quejas, comprometerse a abordarlas pronto y reportarlas en el tiempo debido.

Asegurar una revisión objetiva de las quejas y que todas las partes reciban un tratamiento justo. Respetar sus derechos a la privacidad y la seguridad. Proteger a las personas denunciantes. Considerar el involucramiento de partes neutrales que podrían ayudar con estos procesos.

Cuando sea posible, adoptar un enfoque de justicia restaurativa, si las personas afectadas están de acuerdo. Asegurar la rendición de cuentas y no solo ‘denunciar’ los comportamientos inaceptables, sino desarrollar espacios donde las personas que hayan cometido errores puedan reflexionar, aprender, hacer reparaciones y mejorar.

Fortalecer mecanismos locales de rendición de cuentas dirigidos por las redes y los miembros de MenEngage a nivel de país y regional. Cuando existan inquietudes y quejas sobre asuntos ocurridos a nivel local, llegar a acuerdos sobre los roles a tomar por parte de las instancias de MenEngage a nivel nacional, regional y global en la respuesta, y buscar colaboraciones.

Rendición de cuentas en la programación y planeación del trabajo

Formar relaciones de socios significativas con las organizaciones por los derechos de las mujeres, personas LGBTIQA y los liderazgos juveniles (donde sea relevante) en el diseño, la implementación y la evaluación de proyectos e iniciativas. Consultar con las personas líderes de estos movimientos cuando se planifican los nuevos proyectos e iniciativas. Cuando sea posible y adecuado, ofrecer compensación u otros incentivos cuando se solicita el apoyo de las organizaciones de mujeres locales y sus líderes.

Asegurar que las mujeres, niñas, y las personas no conformistas de género provean una retroalimentación sobre las intervenciones con los hombres y niños en sus comunidades. Asegurar que nuestro trabajo es informado por sus necesidades y aspiraciones. Hacer que sean partes de los procesos de toma de decisiones.

Garantizar enfoques transformativos de género e interseccionales cuando se diseñan intervenciones y programas de trabajo con los hombres, niños y personas que se identifican como varones; evitar reforzar la dominación patriarcal, la supremacía blanca, la homofobia y la transfobia en los mensajes y procesos.

Reconocer que el poder y los privilegios de los hombres se reflejarán en las actividades con hombres y niños, sea como participantes, o desde los líderes de los programas. Por lo tanto, hay que prepararse para abordar las declaraciones o las acciones dañinas y proveer capacitaciones intensivas y apoyos continuos a las personas líderes de los grupos.

Asegurar que los programas e iniciativas son informados adecuadamente por el principio “No haga daño”. Esto significa vigilar por cualquier consecuencia no intencional que podría causar daño o reforzar la injusticia y la desigualdad. Priorizar la seguridad y el bienestar de todas las personas impactadas por nuestras actividades, programas y proyectos.

Tomar en cuenta que el trabajo de transformación de género con los hombres y niños aborda los niveles personal, relacional, institucional y estructurales. Si nuestro trabajo solo ese enfoca en una de estas dimensiones, habrá que procurar alianzas con las organizaciones que trabajan en otras dimensiones o aspectos.

Construir la evidencia sobre el impacto del trabajo que hacemos con los hombres y niños y en la transformación de las masculinidades. Integrar esto en los componentes de monitoreo de los programas, de evaluación y aprendizaje para recoger las lecciones aprendidas y documentar las prácticas prometedoras.

Incidencia política con rendición de cuentas

Trabajar en consonancia con las agendas feministas de incidencia, y así amplificar su trabajo. Aprender sobre los tipos de acciones de solidaridad demandados por las personas activistas feministas, antirracistas, juveniles, y de otros activismos por la justicia social. Diseminar sus llamados a la acción, las declaraciones de la gente activista, unirse a sus manifestaciones, y apoyar sus solicitudes de insumos sobre sus propuestas.

Agregar valor a las agendas feministas y de justicia social más amplias a través del lente de los hombres y las masculinidades.

Construir la incidencia desde las relaciones de socio con las personas activistas, las organizaciones y redes, y los movimientos por los derechos de las mujeres, las OSIGECS, el antiracismo, los derechos juveniles y por la justicia climática y social. Integrar en los objetivos de la incidencia nuestra, los intereses de incidencia de los movimientos feministas sobre los derechos de las mujeres y la justicia de género.

Fomentar relaciones de socio significativas para la incidencia política a niveles internacional, regional o local. Prevenir la competencia, el trabajo en silos, y la operación aislada.

Desafiar los discursos que se centran en la agenda de las masculinidades o que únicamente enfocan a los hombres como las victimas del patriarcado. No entrar en competencia con los esfuerzos que se centran en el reconocimiento y los recursos para las mujeres y niñas.

Comprometerse a avanzar un análisis político feminista interseccional en todo el trabajo de incidencia política sobre los hombres y las masculinidades. Resistir intentos de mantener una agenda apolítica y no aterrizada en las luchas y las realidades feministas.

Cuando las políticas incluyen al lente de los hombres y las masculinidades, incidir para seguir los procesos y análisis feministas con relación al diseño de políticas, el contenido, la implementación, el monitoreo y la evaluación.

La recaudación de fondos desde la rendición de cuentas

Ser conscientes y cuidar el impacto que la recaudación de fondos para el trabajo con hombres y niños puede tener sobre la búsqueda de financiamiento de parte de las organizaciones de mujeres, particularmente en las organizaciones pequeñas que luchan por conseguir donantes. Prevenir la competencia y más bien buscar compartir los recursos de la siguiente manera:

  • incidiendo ante los donantes a favor de mayores recursos para el trabajo de transformación de género, en general, y a las organizaciones de mujeres de la sociedad civil, en particular;
  • estableciendo relaciones de socio con las organizaciones por los derechos de las mujeres en el diseño, la recaudación de fondos y la implementación de los proyectos;
  • incidiendo a favor de compartir directamente los fondos con los grupos o iniciativas locales dirigidos por las mujeres;
  • compartiendo información y/o invitando a las organizaciones por los derechos de las mujeres a espacios en que se discuten las nuevas oportunidades para la recaudación de fondos;
  • concientizar a los donantes sobre la reducción de la competencia y las jerarquías de poder entre la gente que trabaja por la justicia de género.

Antes de lanzarse a la recaudación de fondos, evaluar cómo se financian los servicios ofrecidos por las organizaciones por los derechos de las mujeres y hacer incidencia en la consecución de recursos para ellas.

La rendición de cuentas a la niñez, la adolescencia y la juventud

Fortalecer los liderazgos juveniles y su involucramiento significativo, su inclusión en las estructuras de toma de decisiones en las organizaciones y redes miembros. Desafiar el adultismo como una forma sistémica de discriminación contra la niñez, la adolescencia y la juventud.

Asegurar que los liderazgos juveniles, su capacidad de expertos/as/xs y sus perspectivas plenamente diversas se vuelven centrales al trabajo y la organización de la Alianza MenEngage.

Construir y fortalecer relaciones comunitarias entre personas y organizaciones jóvenes a niveles local, nacional y a través de las regiones. Además, promover el intercambio y el diálogo intergeneracional.

Reconocer que las personas jóvenes tienen las habilidades y los conocimientos para dirigir y participar en el trabajo de la Alianza MenEngage. Las personas adultas con liderazgos tienen la responsabilidad de crear oportunidades para líderes juveniles, incluyendo pasar la antorcha a las nuevas generaciones de liderazgo.

Adoptar políticas y procedimientos para garantizar que nuestras organizaciones y redes provean un ambiente seguro y de confianza para toda la niñez y la gente joven que participe en nuestras actividades. Nuestro compromiso con la protección de la niñez, la adolescencia y la juventud es una prioridad.