YouthNet Global condena la deforestación de la Amazonia para la infraestructura de la COP30 y denuncia la hipocresía
YouthNet, una plataforma global para organizaciones lideradas por jóvenes del Sur Global que abogan por la justicia climática, ha publicado una declaración en la que condena la tala de selvas tropicales para construir una nueva carretera para la COP30. YouthNet es miembro de la Alianza MenEngage de Bangladesh, y su coordinador ejecutivo, Sohanur Rahman, forma parte del Grupo de Trabajo de Justicia Climática de la Alianza MenEngage. La siguiente afirmación de YouthNet enfatiza la urgente necesidad de priorizar la protección medioambiental y el desarrollo sostenible en el período previo a esta conferencia climática global de importancia crítica.
YouthNet condena la construcción de una autopista de cuatro carriles a través de la tala de 13 kilómetros de selva amazónica protegida, lo cual es el colmo de la hipocresía antes de la Cumbre del Clima de la ONU COP30, ya que contradice directamente la misión de la cumbre de la Presidencia brasileña. La autopista, que se está construyendo para dar cabida a los líderes mundiales y a 50 000 asistentes en Belém (Brasil), está recibiendo críticas generalizadas por parte de ecologistas, comunidades locales y activistas climáticos de todo el mundo.
«Es una cruel ironía que se esté construyendo una autopista que destruye la selva amazónica para una cumbre climática destinada a protegerla», dijo Sohanur Rahman, coordinador ejecutivo de YouthNet Global.
Las imágenes de satélite y las grabaciones de drones revelan que la construcción ya ha causado una deforestación masiva, perturbando los hábitats de la vida silvestre y desplazando a las comunidades locales y a los pueblos indígenas que dependen del bosque para su sustento. Residentes como Claudio Verequete, que recolectaba bayas de asaí en la zona ahora despejada, han perdido sus ingresos sin compensación.
El gobierno brasileño promociona el proyecto como una «autopista sostenible», que incorpora pasos de fauna y alumbrado solar. Sin embargo, los conservacionistas sostienen que tales medidas hacen poco para compensar el daño causado por la tala de vastas extensiones de selva tropical. La construcción de la carretera ha provocado una indignación generalizada entre los ecologistas, las comunidades locales y los activistas climáticos de todo el mundo.
Para añadir más controversia, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha abogado recientemente por una mayor exploración petrolera en la región amazónica, lo que complica aún más la postura medioambiental del país antes de la COP30. El gobierno brasileño ha argumentado que los ingresos generados por la extracción de petróleo podrían utilizarse para financiar la transición del país hacia las energías renovables.
En una afirmación, Sohanur Rahman, coordinador ejecutivo de YouthNet Global, expresó su indignación por el proyecto, declarando: «Es una cruel ironía que se esté construyendo una autopista para destruir la selva amazónica para una cumbre climática destinada a protegerla. Esta no es una COP para el Amazonas; es un picnic de la COP en el Amazonas».
YouthNet Global ha pedido a las autoridades brasileñas y a los líderes mundiales que detengan inmediatamente el proyecto, que destruye el medio ambiente. Rahman enfatizó: «El verdadero liderazgo climático significa escuchar a las comunidades locales y proteger los ecosistemas, no pavimentarlos. Si los líderes mundiales se toman en serio la acción climática, deben detener los proyectos que sacrifican la naturaleza en nombre de la conveniencia».
La construcción de la carretera ha planteado serias dudas sobre si la COP30 será un paso significativo hacia la acción climática o un evento de alto perfil socavado por su propia huella ambiental. A medida que aumenta el escrutinio, los defensores del clima piden que la cumbre deje un legado de conservación y justicia ambiental, en lugar de destrucción.
YouthNet Global también ha expresado su preocupación por el impulso de Brasil a la exploración petrolera en la Amazonía, que, según ellos, socava la credibilidad del país como líder en la acción climática global. La reciente decisión de Brasil de unirse a la OPEP+ ha amplificado aún más estas preocupaciones, y los críticos argumentan que empañará el papel de Brasil en la lucha contra el cambio climático.
Ya han estallado protestas en Belém, la ciudad anfitriona de la COP30, donde los activistas medioambientales han expresado su firme oposición a los planes de exploración petrolera del gobierno. Advierten de que dar prioridad a la extracción de petróleo disminuirá la posición de Brasil como líder en las conversaciones mundiales sobre el clima y pondrá en peligro la biodiversidad única del Amazonas y los medios de vida de las comunidades indígenas.
Rahman concluyó: «Una verdadera transición justa hacia las energías renovables es esencial para un futuro de 1,5 °C. Para que la COP30 tenga éxito, debe dar prioridad a la conservación y la justicia climática, no a una mayor explotación de la Amazonia y sus habitantes».
Crédito de la foto: BBC / Paulo Koba