Las/es legisladoras/es de la COP27 deben reconocer las normas patriarcales de las masculinidades que están detrás de la crisis climática

Los impactos desiguales y de género de la crisis climática son claramente evidentes. Sin embargo, también es importante reconocer las causas de género de la crisis climática. A saber, las normas que asocian "ser hombre" con la dominación, el poder, el control y la competencia interesada.

Entender cómo se relacionan las normas de las masculinidades con la emergencia climática y medioambiental es un aspecto importante para abordarla. Estas normas están históricamente arraigadas en una lógica colonial europea, que promueve culturas de dominio masculino sobre la naturaleza y aumenta las desigualdades en todo el mundo. Esta mentalidad patriarcal y colonial ha trabajado durante siglos para crear los sistemas políticos y económicos que vemos hoy en día, basados en la extracción, la explotación, el crecimiento insostenible y la consolidación del poder empresarial.

No es casualidad que las características humanas innatas que no encajan en esta forma de pensar -como el cuidado, la compasión, la colaboración, la crianza y el equilibrio- se asocien a menudo con la feminidad. Son las características que menos se valoran, pero que más se necesitan, ante las múltiples crisis globales de bienestar para todas las personas, los seres vivos y el planeta.

El futuro hacia el que debemos trabajar es uno en el que todas las personas puedan prosperar en equilibrio con los sistemas naturales con los que todos somos interdependientes

Para alcanzar esta visión será necesario transformar las prácticas, políticas y mentalidades patriarcales y coloniales. Esto incluye la transformación de las normas patriarcales de masculinidad. Incluye el trabajo para involucrar a más hombres y niños -incluyendo a los hombres en posiciones de poder- para que cuiden y actúen junto con las niñas, las mujeres y las personas de todos los géneros que lideran el trabajo de adaptación, mitigación y resiliencia al cambio climático.

Nos solidarizamos con los activistas, organizaciones y movimientos feministas, LGBTIQ, juveniles, indígenas y de justicia climática. Instamos a todos los líderes, especialmente a los hombres en posiciones de poder, a escuchar, aprender y centrar sus voces, su liderazgo y sus agendas políticas.
Hacemos un llamamiento al trabajo interseccional, rendición de cuentas y con perspectiva feminista para transformar las masculinidades patriarcales abordando la crisis climática. Es hora de emprender acciones audaces y transformadoras en favor del clima, el género y la justicia social.

La complacencia política, los retrasos y las excusas deben ser vistos como lo que son: graves fallos de liderazgo y un trágico fracaso para la humanidad y toda la vida en la Tierra. La comunidad científica internacional ha establecido desde hace tiempo la magnitud y la urgencia de la crisis climática. Los gobiernos deben atender sus peticiones -y cumplir sus compromisos internacionales previos- con la magnitud y la urgencia que exigen la ciencia del clima y los activistas climáticos.

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Ilustración de: Olga Mrozek

Fecha
14 noviembre 2022
Fuente
Global
Red
Global