Discusión sobre la justicia climática y las masculinidades en la CSW66
Junto con sus miembros y socios, la Alianza MenEngage participó en la 66ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66) del 14 al 25 de marzo de 2022. El tema prioritario de este año exploró los vínculos entre el género y la justicia climática. En este artículo, Dani Nieto Perafán (ella), de la Secretaría Global de MenEngage, resume los dos eventos virtuales coorganizados por el Grupo de Trabajo sobre Justicia Climática de la Alianza MenEngage. Los eventos; organizados junto a socios feministas, indígenas y de justicia climática juvenil como parte de la CSW66; exploraron los vínculos entre la crisis climática y el patriarcado. Los panelistas que participaron analizaron cómo el trabajo para transformar las masculinidades patriarcales encaja en el trabajo urgente necesario para la justicia de género y climática.
«Los cambios [climáticos] se han hecho más notorios, incluyendo el aumento de las temperaturas globales, la pérdida de volumen de hielo, el aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones de precipitación global.» Estas palabras, compartidas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), dejan claro que la crisis climática y medioambiental tendrá consecuencias de gran alcance para todas las personas, especialmente las que viven en los márgenes debido a las injusticias sistémicas en torno a su género, su sexualidad, su estatus socioeconómico, su clase, su salud, su raza, su ubicación geográfica y muchos otros factores que se entrecruzan.
Ahora se sabe que la crisis climática aumenta estas desigualdades existentes. Por ejemplo, tras las catástrofes naturales, las familias de bajos ingresos que no tienen medios económicos para reconstruir sus hogares corren el mayor riesgo de verse obligadas a abandonar sus viviendas y comunidades como refugiados climáticos.
Según las Naciones Unidas, muchas de las desigualdades e injusticias de género existentes se verán exacerbadas por la crisis climática. Por ejemplo, las jóvenes desplazadas correrán más riesgo de ser víctimas de la traficación. Del mismo modo, las mujeres jóvenes y las niñas corren un mayor riesgo de contraer matrimonios prematuros y forzados en las comunidades que se enfrentan a presiones extremas provocadas por la inestabilidad del cambio climático, alimentando los patrones patriarcales existentes.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66) de este año se propuso poner de relieve estas y otras muchas formas en las que la crisis climática está condicionada por el género. . Con el tema oficial prioritario de «lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en el contexto de las políticas y programas de cambio climático, medio ambiente y reducción del riesgo de desastres.» La CSW66 consistió en dos semanas de debates de alto nivel y una serie de eventos paralelos virtuales. Además, la ONG CSW organizó su habitual programa paralelo dirigido por la sociedad civil.
En los últimos años, Alianza MenEngage ha aspirado a ser más activa en el movimiento de justicia climática. Esto ha implicado centrar la justicia climática como tema prioritario, así como desarrollar asociaciones con movimientos feministas de justicia climática. Por ello, el Grupo de Trabajo de Justicia Climática y Medioambiental de MenEngage ha trabajado con socios clave para dar forma a dos eventos vinculados a la CSW66. Al igual que en todos los eventos de MenEngage, el objetivo específico era aportar una lente crítica de «hombres y masculinidades» a los temas en cuestión.
En concreto, los dos actos organizados por el Grupo de Trabajo sobre Justicia Climática exploraron y analizaron la relación entre las masculinidades patriarcales y la crisis climática. Esto formó parte de una serie de eventos coorganizados por miembros y socios de la Alianza MenEngage como parte de la CSW66. Haga clic aquí para obtener más información sobre estos eventos.
Los oradores de la Alianza MenEngage que trabajan en cuestiones ambientales y de género se unieron a los principales activistas climáticos feministas y jóvenes y a las voces políticas para los debates. Compartieron ideas sobre cómo el trabajo para transformar las masculinidades patriarcales es un componente clave para desafiar y transformar los sistemas dañinos que sustentan la crisis climática, la justicia de género y otras injusticias sociales.
El patriarcado y el cambio climático
Como explicó Sohanur Rahman, de Fridays for Future Bangladesh, en el evento paralelo en sede (Justicia climática como justicia de género: Argumentando la necesidad de abordar las masculinidades y el patriarcado en el cambio climático), la «crisis climática es el síntoma y el resultado del colonialismo, la dominación de los hombres y el capitalismo. Así que no podemos lograr la justicia climática sin la justicia de género.»
Las reflexiones de Sohanur se refieren a las formas en que la crisis climática es alimentada por las normas masculinas patriarcales que valoran la dominación, el control y el consumo por encima de rasgos como la cooperación, la compasión y el cuidado del medio ambiente. Estas normas masculinas existen y forman parte de sistemas económicos insostenibles y de los impactos actuales del colonialismo.
Un ejemplo de estos impactos coloniales, presentado por Sanam Amin, del FGI Climate Nexus, es cómo la industria de los combustibles fósiles sigue beneficiándose de la infraestructura de extracción construida a través de los sistemas de colonización, dirigidos por poderosas corporaciones con el respaldo de los estados y militares europeos. Las bases históricas del cambio climático fueron establecidas por estos sistemas patriarcales, eurocéntricos, militaristas y coloniales.
Como explicó Sanam, «el patriarcado como estructura coopera con el capitalismo, que es extractivo, es explotador, trata de obtener beneficios una y otra vez, y los acumula tanto como sea posible.» Sanam continuó hablando de cómo los sistemas patriarcales explotan el trabajo de las mujeres y las minorías de género.
Este trabajo predominantemente femenino es ignorado en las medidas dominantes de las economías de los países. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 puso de manifiesto la importancia del trabajo de cuidados (remunerado o no) para la sociedad. Está claro que, como compartió Sanam, los cuidados no se consideran valiosos para la sociedad como lo son otras formas de trabajo.
Sanam continuó con un ejemplo para demostrar la relación entre la desigualdad en los cuidados y la justicia climática: En Bangladesh, la degradación de la costa y la pérdida de tierras por el aumento de la salinidad del océano están provocando la pérdida de los medios de vida tradicionales en la agricultura. Esto ha aumentado los índices de pobreza y, en muchos casos, obliga a las personas a abandonar sus hogares en busca de un medio de vida más seguro. Este aumento de la presión sobre las familias expone a las niñas a un mayor riesgo de matrimonio infantil, ya que es más probable que las familias organicen el matrimonio de sus hijas con otra familia, con la esperanza de asegurarles un futuro económicamente más estable y al mismo tiempo aliviar la presión financiera sobre sus propios hogares. Este es un ejemplo de por qué es importante hacer énfasis en la justicia social y de género en las acciones y debates sobre el cambio climático.
Mientras tanto, en el evento paralelo fuera de sede (Transformando las masculinidades patriarcales por los derechos de las mujeres, el género y la justicia climática), Daysi Flores, de JASS Associates, afirmó que «el patriarcado nos permite ver la naturaleza como un sistema de lucro. Un sistema de lucro que ha instalado privilegios que ya ni siquiera cuestionamos, que damos por sentado.» Al hablar del concepto de explotación, Daysi destacó las similitudes entre el impacto del patriarcado sobre las mujeres y la naturaleza. A pesar de toda la resistencia y las luchas de los movimientos feministas, al igual que los movimientos de justicia climática, no se ha logrado la justicia de género y climática. Esto se debe a que la injusticia sigue siendo reforzada por el modelo de extracción basado en el dominio colonial.
Según Daysi, este modelo de extracción (al igual que el patriarcado) depende de la corrupción, la ilegalidad y la impunidad para funcionar. Daysi citó el número de feminicidios en América Latina como ejemplo de cómo la impunidad mantiene el funcionamiento del patriarcado; mientras tanto, las industrias extractivas, junto con los gobiernos, utilizan el capitalismo y la corrupción como forma de mantenerse en el poder.
Masculinidades patriarcales y cambio climático
En cada uno de los eventos de MenEngage en la CSW66, Vidar Vetterfalk, de MÄN Suecia, compartió una reciente investigación académica sobre las masculinidades y el medio ambiente realizada por Paul M. Pulé y Martin Hultman. La investigación ha identificado tres patrones generales de las relaciones entre las masculinidades y el medio ambiente, y cómo han moldeado -y siguen moldeando- las formas en que los hombres y los niños se relacionan con la naturaleza, el medio ambiente y el cambio climático.
Las primeras son las masculinidades «ego-lógicas»; estas masculinidades son industriales, refuerzan la norma de género de que los hombres son «proveedores» de sus familias. Las masculinidades ego-lógicas ven a los hombres como algo separado de las mujeres y de la naturaleza, sitúan a los hombres en la cúspide de la pirámide y tratan de justificar la explotación y la dominación de las mujeres y de la naturaleza. Vidar también ha señalado cómo las masculinidades ego-lógicas tienen una discriminación interseccional (algunos hombres no están en la cúspide, y algunas mujeres se colocan aún más abajo en la pirámide), siendo los diagramas una forma simplificada de ilustrar el concepto.
La pirámide central del diagrama representa la forma «ecomoderna» de pensar en las masculinidades. Se trata de un patrón en el que la gente reconoce la crisis climática, pero cree que encontrar soluciones significa simplemente centrarse en mantener las mismas estructuras y relaciones en la sociedad y hacia la naturaleza. Puede verse como un enfoque de «seguir como siempre» basado en las supuestas soluciones a la crisis climática que permiten seguir extrayendo recursos y dominando el mundo natural. Esto puede incluir incluso tecnologías aparentemente útiles para las energías renovables, los coches eléctricos y el reciclaje. Aunque estas soluciones serán necesarias de alguna manera para un futuro sostenible, siguen alimentando niveles de consumo y extracción que son insostenibles. Se puede considerar que se alinean con el «ecofascismo», una tendencia en la que las naciones y grupos ricos realizan una transición hacia la sostenibilidad mientras exacerban profundas injusticias sociales. Un ejemplo de ello son los abusos de los derechos humanos relacionados con las condiciones de la minería en la extracción de los minerales necesarios para las tecnologías «verdes» como los paneles solares. Las masculinidades ecomodernas no abordan en absoluto las normas de género patriarcales dominantes y explotadoras que vemos en las formas «ego-lógicas» de pensar en las masculinidades. Vidar puso como ejemplo a Suecia: el gobierno se enorgullece de ser la primera democracia verde, pero luego instala turbinas eólicas en tierras que pertenecen a los pueblos indígenas. Vidar lo llamó «colonialismo verde».
La tercera forma de pensar en las relaciones de las masculinidades con la naturaleza, explicó Vidar, ha sido enmarcada por los investigadores como «eco-lógica». Este patrón va más allá de las masculinidades patriarcales y las normas de género. Como explicó Vidar, «no estamos separados del ecosistema. Somos parte de él.» Es un patrón de pensamiento sobre el género y la naturaleza por el que nos esforzamos, sin explotación sobre las personas, otras especies o el planeta. En una de las sesiones del Evento Paralelo, Vidar facilitó un ejercicio en el que los participantes tenían que debatir las siguientes preguntas:
- ¿De qué manera están presentes las lógicas del ego de las masculinidades industriales/ganadoras de pan en mi cultura organizativa? ¿Y/o en mi país?
- ¿De qué manera estoy contribuyendo a las masculinidades industriales/ganadoras de pan en mi vida personal?
Además, en el acto paralelo en sede, Silas Ngayaboshya, del Ministerio de Género y Promoción de la Familia de Ruanda, explicó que las tendencias de consumo están profundamente marcadas por el género. Las mujeres tienden a tener una menor huella de carbono que los hombres. Puso el ejemplo del consumo de carne, que es insostenible para el medio ambiente y está asociado a la masculinidad. Por lo tanto, «las formas más tradicionales de las masc<ulinidades se asocian normalmente con prácticas menos sostenibles.» Silas también puso el ejemplo de cómo las normas patriarcales asocian el dominio económico y el dominio de la naturaleza con la masculinidad. En el contexto de la agricultura, los hombres pueden sentir que se espera que produzcan más agresivamente; esto tiene más probabilidades de dañar la tierra y contribuir al desprecio por la naturaleza. Sin embargo, subrayó que los hombres no nacen como malvados contaminantes o explotadores de los recursos naturales. Es la socialización de género y patriarcal la que influye en las normas y valores individuales y colectivos relacionados con la naturaleza, el medio ambiente y la crisis climática.
Debido a estas normas patriarcales de género que contribuyen a la crisis climática, una forma clave de enfocar el cambio es desaprender y desmantelar las normas patriarcales con solidaridad y aliándose con la agenda feminista de cambio de sistemas. Según Lotta Sylwander, de Sida, en el evento paralelo en sede, «tenemos que comprometernos con los hombres de una manera diferente. Tenemos que darles oportunidades para que vuelvan a conectar con la naturaleza, con el cuidado, con ser padres.» Este tipo de cambio a nivel individual, cuando forma parte de esfuerzos más amplios hacia el cambio estructural, son cruciales para un mundo justo en cuanto al clima y al género.
Panelistas del evento paralelo fuera de sede realizado el martes 15 de marzo de 2022:
- Daysi Flores (de JASS, Honduras),
- Kayinga Muddu Yisito (de COTFONE, Uganda y Grupo de Trabajo Global de MenEngage para la Justicia Climática),
- Aniket Wakankar (de The Gender Lab, India y Grupo de Trabajo Global de MenEngage para la Justicia Climática),
- Sohanur Rahman (de YouthNet for Climate Justice; Fridays for Future, Bangladesh; y Grupo de Trabajo Global de MenEngage para la Justicia Climática),
- y Vidar Vetterfalk (de MÄN, Suecia y Grupo de Trabajo Global de MenEngage para la Justicia Climática)
Panelistas del evento paralelo en sede realizado el viernes 18 de marzo de 2022:
- Sanam Amin (del Nexo de Acción sobre Justicia Económica Feminista para las Personas y el Planeta en el Foro de Igualdad de Género),
- Silas Ngayaboshya (Director General de Promoción de Género y Empoderamiento de la Mujer en el Ministerio de Género y Promoción de la Familia, Ruanda),
- Sohanur Rahman (de YouthNet for Climate Justice; Fridays for Future, Bangladesh; y Grupo de Trabajo Global de MenEngage para la Justicia Climática),
- Lotta Sylwander (especialista en políticas de género de Sida, Suecia),
- y Vidar Vetterfalk (de MÄN, Suecia y Grupo de Trabajo Global de MenEngage para la Justicia Climática)
Dani Nieto Perafán ha escrito este artículo como interna de comunicación y redes sociales de la Secretaría Global de la Alianza MenEngage.